Loco Dice @ Crobar, Buenos Aires

De vez en cuando aparece un DJ o productor que inspira el imaginario colectivo.

A través de sus sets de DJ o sus producciones en sellos como M_nus, Cadenza, Ovum, Four Twenty y Cocoon, fusiona perspectivas en su delicado sentido de los sonidos y atmósferas reflexivas, apuntaladas con grooves sólidos y físicos inspirados en el hip hop que fue su primer terreno sonoro a mediados y finales de los 90. Hay algo para los soñadores, así como para los que trabajan de 9 a 5 y quieren perderlo todo en un momento de abandono en la pista de baile.

No crean que esa fusión de perspectivas es casual. Este Loco Dice, con su temperamento mercurial, puede dejarse llevar por sus pensamientos, pero tiende a perseguir esas ideas y convertirlas en una realidad artística. Sus sets de DJ, ya sea en la mayor rave de Alemania, Timewarp, Cocoon en Ibiza o una fiesta en la playa en Sudamérica, son orquestaciones espontáneas alimentadas por los matices de una noche/sitio/grupo. En 2002 comenzó una fructífera colaboración en el estudio con Martin Buttrich que dio lugar a temas como Phatt Dope Shit, MeninaBrasiliera y Seeing ThroughShadows, y Dice planifica meticulosamente estas producciones.
Se trata de una perspectiva cinematográfica y de dirección, que impregna la vida cotidiana de Dice, y que proviene no sólo de las extravagantes escapadas y desplantes que a veces ha vivido en la vida real. También procede de los elaborados guiones cinematográficos imaginados cuando era un joven Loco Dice en las calles de Flingern, en Düsseldorf, y en las islas Kerkennah, en Túnez. Esta sigue siendo una costumbre de Loco Dice en la actualidad: cerrar los ojos durante un minuto y ver toda una cornucopia de escenas y atmósferas.

Como una manifestación de esto, los visitantes de Düsseldorf pudieron ver a principios de 2008 una exposición de fotografías tomadas por Loco Dice y Martin Buttrich durante el año que pasaron en Nueva York para trabajar en el álbum de Loco Dice. Es un álbum que reimagina el alma de una ciudad, construido a partir de cuidadosas observaciones de tribus urbanas que se entrecruzan y a veces chocan, de detalles minúsculos e impresiones sensoriales.

La familia es importante para Loco Dice, como habrás notado si has visto uno de sus tatuajes, una obra de arte de estilo chicano con la leyenda “Guadelupe”. Su amor por la música proviene de escuchar soul y funk en la cocina, y de las vacaciones con su madre a Túnez, donde absorbió la música folclórica del norte de África y Oriente Medio y de vez en cuando se escabullía para ver a su abuelo jugar a los dados en las mesas de los cafés de la calle. La familia es la forma en que siempre ha considerado a las personas cercanas a él, y es también la forma en que considera a las subculturas. Como futbolista, le inspiran los que construyen equipos fuertes de gente creativa a su alrededor.

Este sentido de la familia es lo que quiere crear con proyectos como su sello Desolat y el de Buttrich, y una agencia de gestión de artistas que dirige con Tom Preuss llamada Artist Alife. Cuando uno visita las oficinas de Desolat y Artist Alife, le llama la atención que todo el mundo parece proceder de un entorno cultural diferente. La experiencia de Loco Dice en Alemania incluye amigos y colaboradores de ascendencia africana, de Europa del Este, italiana o turca. A Loco Dice le interesan todo tipo de personas y subculturas artísticas: se siente orgulloso de la gente que aporta un toque creativo a lo que hace, informado por vidas vividas de forma ligeramente menos ordinaria.

En ese sentido, la comprensión innata que tiene Dice de la gente: lo que perciben, lo que sienten, lo que quieren imaginar, es una parte de lo que le distingue de otros DJs. Cuando pincha en Ibiza es muy consciente de la multiplicidad de nacionalidades que se reúnen allí, del marasmo de deseos diferentes que hay que atender. El guionista de cine que lleva dentro le hace capaz de traducir los sonidos y patearlos como un local, ya sea en Nápoles o en Nueva York. Loco Dice es igualmente capaz de inspirar, de crear esa atmósfera embriagadora que sólo puede experimentarse en una multitud de miles de personas. Esta habilidad, cultivada por primera vez en DC-10, se debe sin duda a sus experiencias de gira con grandes artistas de hip hop en los años 90.

Mark Spoon solía prometerle que en algún momento Loco Dice se apartaría de su amado house y hip hop para “venir y ser uno de los nuestros”, uno de los creyentes del techno. En cierto sentido, tenía razón, aunque Loco Dice nunca deja nada atrás: sigue sacando a relucir los clásicos, ya sea el techno clásico de Maurizio a Basic Channel o el boompty house arenoso de DJ Sneak, y le sigue gustando componer música, por muy lineal que sea, que se inspira en las estructuras de las canciones y las líneas de bajo del hip hop. Al fin y al cabo, según Loco Dice, todo funciona en bucle, y su trabajo consiste en trazar una línea, en esbozar las siguientes escenas de esta banda sonora.